Five Stages of Maya Dance está compuesta por cinco retratos de Marina Abramović en alabastro. Estas piezas, que fusionan performance, luz y escultura, muestran las posibilidades de trabajo con un material traslúcido, empleando tono y relieve para producir efectos ópticos en el ojo del espectador.

Los retratos son el resultado de una serie de visitas al taller, exerimentos de digitalización en en 3D y algunas ideas innovadoras sobre lo efímero y lo permanente.

La obra de Marina Abramović fue fresada en alabastro

 

 

 

 

Las esculturas tienen una presencia física conmovedora pero, a medida que el espectador se desplaza en torno a ellas, éstas se descomponen en intrincados 'paisajes' de albastro. La relación entre superficie e imagen necesita ser constantemente reestablecida; la artista está así presente, en este sutil juego de luz y piedra.