Anish Kapoor es uno de los escultores más influyentes de su generación. Nació en Bombay y ha vivido y trabajado en Londres desde principios de los años 70. Su obra ha sido expuesta en todo el mundo y se encuentra presente en muchas colecciones, tanto privadas como públicas, incluyendo la Tate Gallery, el Museum of Modern Art de Nueva York, el Reina Sofía de Madrid y el Stedelijk Museum de Ámsterdam. Acaba de completar encargos de gran envergadura en Londres y Chicago.

Kapoor ve su trabajo como un compromiso con polaridades metafísicas fuertemente enraizadas: presencia y ausencia, ser y no ser, lugar o no lugar y lo sólido y lo intangible. En todas las esculturas de Kapoor resulta evidente su fascinación por la oscuridad y la luz; la cualidad traslúcida de las obras de resina, la naturaleza absorbente del pigmento, el brillo radiante del alabastro y los reflejos fluidos del acero inoxidable y del agua. A través de esta interacción entre forma y luz, Kapoor aspira a evocar experiencias sublimes, que se dirigen a estados primarios físicos y psicológicos.